De acuerdo al Informe Financiero del Mercado Asegurador, realizado por la Comisión para el Mercado Financiero, en el primer semestre de este año las compañías de seguros generales –en las que se incluye el ramo de garantía y crédito- registraron una prima directa de casi
US$ 1.900 millones, lo que representó un aumento de 1,3% respecto al mismo período de 2017.

La publicación detalla que las primas directas generales surgidas por el ramo de seguros de garantía y crédito reflejaron casi $ 65 mil millones hasta junio de 2018, posicionándose como el quinto ramo con mayor participación y avances del grupo de seguros generales.

Se trata de un sector altamente competitivo, en el que generar las confianzas para que las empresas desarrollen sus negocios y se atrevan a crecer es clave. Así lo cree Francisco Ros, CEO de SOLUNION Chile, empresa que se instaló en el país hace cuatro años y que ya ocupa el cuarto lugar entre las siete compañías aseguradoras de crédito del país, registrando un crecimiento de 15% en 2017, con respecto al año anterior.

De acuerdo con lo que ha podido observar en el lapso transcurrido desde la llegada de la empresa al país, el ejecutivo resalta que el mercado local de exportaciones es "muy abierto". No se limita, sino que se atreve a ir más allá, sin importar lo complicado que puede llegar a ser. Frente a esto, es prioridad contar con la orientación necesaria ante los posibles riesgos.

En este contexto, afirma, las aseguradoras han tenido un rol fundamental en el desarrollo de negocios de sus clientes. En el caso de SOLUNION, por ejemplo, la presencia que la compañía tiene en más de 55 países le permite tener un alcance que facilita comprobar la calidad de las carteras de las empresas que los contratan, y evaluar los riesgos sin que la distancia sea un obstáculo. Los resultados: dar un panorama a mediano plazo sobre qué esfuerzos comerciales tienen que hacer sus clientes para mantenerse o continuar creciendo.

Economía en desarrollo

Para Ros, "la economía en Chile ha tenido un fuerte impulso, pero tiene que enfocarse en mejorar la productividad pues, si no, el crecimiento no será sostenible en el tiempo, y ese es el desafío más importante: conseguir inversiones y procedimientos que ayuden a mejorarla".

El ejecutivo advierte que "la mayoría de las quiebras de las empresas no se produce porque los negocios sean fallidos, sino porque han tenido siniestros que no han asegurado y les han complicado, o, incluso, porque no han tenido un asesoramiento respecto a cuál era la calidad de su cartera".

"Si el negocio se hace con clientes buenos, va a existir una continuidad y crecer va a costar poco porque no hay rotación. Si vendo a clientes que no son tan buenos, me va a costar mucho más, y eso es lo que se busca evitar", agrega Ros.

Frente a este escenario, las empresas de exportación de alimentos en Chile –clientes principales de SOLUNION- han buscado blindarse a través de este tipo de seguros y asesorías para proteger sus inversiones en un mercado cada vez más competitivo, en el que Ros resalta que no todo se debe centrar en el precio, sino en calidad y seguridad, precisamente las áreas donde Chile tiene la principal ventaja frente al resto de sus competidores.

La confianza, compromiso e integridad, dice Ros, forman parte del sello de SOLUNION, lo que los ha llevado a ofrecer un servicio clave a la hora de reducir la tasa de siniestralidad chilena, "que era la más alta del mundo hasta 2016, en torno al 100%". Sin embargo, explica que para finales de 2018 se espera que las insolvencias cierren en alrededor del 70%, diez puntos menos que el año pasado, y eso se debe, en parte, a la rigurosidad que han adoptado las aseguradoras para enfocarse cada vez más en una cultura de asesoramiento.

Para la empresa, en tanto, el próximo año se vislumbra positivo. De las 1.600 pólizas que hoy existen en el mercado nacional, SOLUNION concentra 300, y la meta es superar esa cifra para estar entre los primeros operadores del país.